Cuando la competición se vuelve anticompetitiva
Concluidos los test de pretemporada en Sakhir, la nueva temporada de Fórmula 1 (F1) está a punto de comenzar consolidándose como un fenómeno deportivo, económico y mediático en constante expansión. En el horizonte se vislumbra la llegada del esperado Gran Premio de Madrid y, sobre todo, la entrada en vigor del nuevo reglamento prevista para 2026. Este último introducirá cambios sustanciales en la competición. Veremos si la gestión de la F1 y los cambios para 2026 generan efectos anticompetitivos indeseados, como ha sucedido en otros deportes de alta competición y extremadamente mediáticos como fútbol, golf o pádel.
En esos ámbitos, las sentencias nos van recordando que las entidades encargadas de la organización de competiciones deportivas deben velar porque sus decisiones y acuerdos no distorsionen la libre competencia. No hace falta que recordemos las discusiones sobre conducta anticompetitiva en relación con la Superliga, donde hay acusaciones contra la UEFA y FIFA por abusar de su posición de dominio impidiendo la libre competencia en el mercado al atribuirse la facultad discrecional de prohibir o condicionar la participación de los clubes en competiciones alternativas.
Aunque la Fédération Internationale de l'Automobile (FIA) y la Formula One Management (FOM), con funciones reguladoras y comerciales en la organización de la F1, no compitan con las escuderías, sus decisiones no están exentas de riesgos de competencia. En línea con las inquietudes planteadas en otras competiciones deportivas, a mediados de 2024 siete senadores estadounidenses remitieron una comunicación al Department of Justice (DOJ) y a la Federal Trade Comission (FTC) expresando su preocupación ante la posibilidad de que la F1 estuviera actuando a instancias de escuderías y otros actores del sector, incluidos fabricantes de coches, para impedir la entrada en la competición de la escudería Andretti Cadillac -fruto de la alianza entre Andretti Formula Racing y General Motors-, que había cumplido con los requisitos técnicos exigidos.
No sería la primera vez que la F1 y algunas de las principales escuderías han estado en el punto de mira de las autoridades de competencia. En 2015, Force India y Sauber presentaron una denuncia ante la Comisión Europea —posteriormente retirada en 2018 tras la adquisición de la F1 por nuevos propietarios— por una presunta colusión entre la F1 y las escuderías más influyentes que resultaba en una distribución desigual de fondos económicos que supuestamente situaba a unas escuderías en desventaja competitiva frente a otras.
Aunque es legítimo estructurar competiciones en categorías y establecer parámetros o requisitos de acceso, el diseño es vital, pues debe preservarse la sana competencia entre participantes, lo cual lleva a análisis de objetividad, razonabilidad, transparencia, proporcionalidad, etc.
En el caso de Andretti-Cadillac, desde una perspectiva de competencia, denegar el acceso a una nueva escudería a la competición no parece problemático en sí mismo, pero la foto puede cambiar drásticamente si la exclusión carece de justificación, es desproporcionada o responde a una acción concertada para evitar la entrada de un fabricante como General Motors -con el que muchas escuderías compiten en la fabricación y comercialización de coches-. El derecho de la competencia insiste en que las restricciones de acceso pueden ser anticompetitivas si han sido discriminatorias, subjetivas o arbitrarias, si se ha coludido con otras partes interesadas para su consecución o si tienen un objeto claramente excluyente con el fin de eliminar un potencial competidor, perjudicando al consumidor o, en este contexto, al espectador.
En definitiva, el caso de Andretti-Cadillac y otras controversias muy sonadas en competiciones deportivas ponen de relieve la necesidad de que las entidades organizadoras, participantes y el resto de partes interesadas, como constructores y patrocinadores, actúen con especial cautela e independencia para garantizar que la competición se desarrolle en condiciones adecuadas de competencia.